domingo, 7 de mayo de 2017



La lluvia. Así se llamaba este cuento, y al leer el nombre imaginaba que iba a leer una historia con giros o aspectos dramáticos o románticos, me equivoqué.

Este relato cuenta la historia de tres hombres, el superior Simmons, El teniente, y Pickard, (no menciona en ningún momento sus edades pero yo los imagino pasando los cuarenta años), que, por un accidente en su cohete aparecieron en un lugar frío, sin alimento, lluvioso, demasiado lluvioso para su costumbre. Ellos, observaban el panorama y veían vegetación de color blanca, ya que la lluvia le había quitado su color natural.
 Pasaban las horas y la lluvia no cesaba, sus uniformes y sus cuerpos completamente llenos de agua, al rededor de una vegetación que se expandía continuamente en consecuencia del extraño fenómeno de la fuerte e imparable lluvia.
Estaban en Venus. Claramente esa situación en nuestro planeta no se puede dar. 
Como eran hombres muy expertos y también muy informados, sabían que en ese planeta existían "Cúpulas Solares", dichas cúpulas, eran "refugios" contra esa insaciable lluvia, en estas, había un sol artificial el cual, cuando alguien ingresaba lo secaba inmediatamente debido a su calor, este también brindaba silencio y luz, había alimento, ropa seca y un lugar donde poder dormir, ¿Acaso era un paraíso en medio de un infierno?.
Como mencioné, los tres hombres estaban listos para diferentes situaciones, especialmente para esta, tenían una brújula la cual les indicaba precisamente cómo llegar al punto deseado, caminaron y las horas pasaban, la noche caía, pero no todo iba a ser muy fácil, se vieron frente a una cúpula solar que no estaba en funcionamiento, pero no se pudieron quejar mucho ya que a 8 horas había una segunda.
En el trayecto a su segundo punto, los tres hombres, cansados, y como podían, de a ratos conversando, y de a ratos quedándose callados, Pickard comenzó a hablar, según él, la lluvia lo pone extremadamente nervioso, especialmente cuando las gotas caían por su cabeza, ya que le hacían recordar a su infancia cuando un compañero le pinchaba la nuca con lapiceras azules, pero agregó también, que había algo en lo que se diferenciaba, a su compañero él lo podía golpear y lograr que lo deje de molestar, a la lluvia no.
La lluvia se transformó en lluvia eléctrica, la cual ellos veían como un desafio, entonces Pickard exclamó que había que correr así llegaban más rápido, los otros dos hombres le trataron de sacar esa idea de la cabeza, imposible y demasiado tarde, ya que cuando comenzó a correr, un rayo le quemó el cuerpo y lo dejó alucinando, a esto, Simmons, para que no sufriera lentamente hasta terminar de morir, le disparó con su arma, matándolo de inmediato.
 Lógicamente se crearon discusiones con El teniente, pero decidieron seguir, ya que faltaba poco para su punto final. Pasaban las horas y ellos seguían transitando caminos llenos de agua y vegetación, miran la brújula y estaban exactamente a media hora de la segunda cúpula solar, pero uno de ellos decidió no seguir...
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Mi opinión sobre este cuento es que frente a situaciones extremas, como esta, todos podemos tener distintas reacciones, por ejemplo, de una manera sensible como Pickard, más práctica y estratégica como Simmons y una más equilibrada como El teniente, entonces mi punto de vista del mensaje que nos quiere dejar esta historia es que aunque todos reaccionemos de distintas maneras frente a situaciones difíciles y poco cotidianas siempre buscamos la protección tanto individual como la de nuestros pares.
Es recomendable ya que aunque nos deje mensajes para nuestra vida también incluye hechos ficticios, y en muchos momentos muestra la vulnerabilidad humana cuando está pasando un momento difícil.

-Milagros Castelló











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