Louisa Clark es graciosa y para nada tímida, tiene una vida
sin ambiciones y llevaba tiempo trabajando
en un café hasta que pierde su trabajo. Ella vive con su familia y con su
hermana Treena con quién se lleva bien y es madre soltera. Cuando pierde su
trabajo a sus padres les afecta mucho la noticia ya que todos viven del sueldo
de Louisa pero no se desanima y enseguida va a la agencia de trabajo y le ofrecen un trabajo para cuidar a un hombre
cuadripléjico. Aunque en un principio se asusta y ante la necesidad de trabajo,
decide ir a la entrevista y es recibida
por Camilla Traynor, la madre de Will. Después de algunas preguntas Louisa no
tiene esperanzas de que la contraten por no tener experiencia pero hay algo en
ella que hace que la mamá de Will la contrate.
Will Traynor es un empresario joven, exitoso y rico que
disfrutaba de su vida, amaba los deportes extremos y tenía una novia, pero un
día lluvioso al salir de su departamento es atropellado por una moto y queda cuadripléjico.
El primer día de trabajo de Louisa no es nada fácil ya que
Will es muy difícil de tratar y le cuesta mucho llegar a él pero de a poco y
día tras día Louisa logra conectarse con Will. Gracias a Louisa, Will se había
vuelto más amigable y comunicativo.
Louisa escucha una conversación entre la mamá de Will y su
hermana en donde hablaban del intento de suicidio de Will porque su madre se
negó a concederle el deseo de terminar con su vida a través de la Eutanasia y ahí se da
cuenta a qué se deben las cicatrices en sus muñecas.
Luego del intento de suicidio, la mamá de Will llega a un
acuerdo con él y acepta su pedido pero con la condición de que espere 6 meses
para concretarlo. En ése tiempo la mamá de Will tiene la esperanza de que
cambie de opinión mostrándole que vale la pena seguir viviendo.
Louisa le cuenta a su hermana lo que escuchó y Treena le dice que es ella quién debe mostrarle que
vale la pena seguir viviendo y juntas empiezan a elaborar un plan para
convencerlo de que cambie de opinión.
