CAUTIVA
Era una sirena que se habia extraviado,
bella, de agua marina, de algas,
que casi se saltaba.
Certificado de ojo largo y lento,
no sabia vestirse por eso no se vestia,
el cuerpo me sacude y enamora,
mi amor que he amado tanto, aun no despierta,
no hay nadie mas andando en este mundo.
Han hecho la paz y la guerra,
el horno a cuyo ardor, la tierra ruge.
Y de cuanto se vio de amaneceres,
hacer una flor se puede,
como un caballito de plata,
y una sencilla silla de madera.
Estefania Otero.
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